Décima Estación

El Resucitado confiere el primado a Pedro

 

P. Te adoramos, oh Cristo resucitado, y te bendecimos.
T. Porque con tu Pascua has dado la vida al mundo.

1L. Del Evangelio según San Juan (Jn 21, 15-17)
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Él le dice: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó:  "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas."

2L. Una  prueba, una promoción
Después del banquete en el lago, un paseo junto al lago. "Simón de Juan, ¿tú me amas?". Es aquí cuando se realiza el Cantar de los Cantores del Nuevo Testamento. Por tres veces el Resucitado pregunta a Pedro "¿Me amas?. Entre enamorados se preguntan "¿Tú me amas? ¿Me amas verdaderamente?" Generalmente nos olvidamos de que el esposo de la nueva humanidad es Cristo. Y el esposo Cristo efectivamente todo lo comparte con la esposa: su Padre, el reino, la Madre, el cuerpo y la sangre en la Eucaristía. Y nosotros como Pedro, que por tres veces lo había traicionado, nos sentimos temerosos de responder. Pero con Él, con el coraje que viene de su Espíritu, le decimos "Tú sabes todo, tú sabes que te amo".
Como Pedro supera la prueba, también nosotros somos convocados, llamados por nuestro nombre: "¿Tú me amas?". Solamente si me amas puedes alimentar, es decir, colaborar a hacer crecer a los jóvenes de hoy que tienden a padecer de anorexia de valores y anemia de vida".
"Los jóvenes son los primeros apóstoles de los jóvenes" afirma el Concilio Vaticano II.
Es sólo una cuestión de amor y amor significa ver al otro como Dios lo ha ideado, es darse, darse siempre.

T. Alégrate, Virgen Madre: Cristo ha resucitado. ¡Aleluya!

P. Roguemos. Nosotros te damos gracias, Jesús Resucitado, por el Pedro de hoy, nuestro Papa. Él vive su servicio apostólico con mucha generosidad y calor, en el sacrificio de estos tiempos tan bellos pero duros. Cada día tú nos preguntas: "¿Me amas tú más que todos?". A nosotros, con Pedro y bajo Pedro, nos confías una porción de tu grey. Y nosotros nos confiamos en ti. Persuádenos Maestro y donador de la vida, que solamente si amamos paceremos tu grey; y solamente con nuestro sacrificio lo nutriremos con tu verdad y con tu paz.

T. Amén.


Canto