Duodécima Estación

El Resucitado sube al cielo

P. Te adoramos, oh Cristo resucitado, y te bendecimos.

T. Porque con tu Pascua has dado la vida al mundo.

1L. De los Hechos de los Apóstoles (Hechos 1, 6-11)
Ellos lo rodearon preguntándole: Señor, "¿Es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?". Jesús contestó: "No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo". Dicho esto lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se le presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿Qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?. El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como lo habéis visto marcharse."

2L. Una  despedida, una  garantía
El monte de la ascensión, al mismo tiempo es profunda nostalgia y signo de una misión fundamental.
Nostalgia: el rostro del Maestro será invisible. El signo es el cielo. Tenemos ya el billete pagado, lo único que no debemos hacer es perderlo.
Misión: corazón en el cielo y pies en la tierra. Llegaremos verdaderamente al cielo si construimos humanamente la tierra. "Tenía hambre..ven". Aleluya, estamos en lo cierto: para cada hombre no hay un destino, la muerte fatal, sino una destinación, la vida inmortal. "El hombre no es una parte del mundo, sino que es un mundo aparte". Existe una fuerte relación entre cielo y tierra. Con la encarnación el cielo ha descendido a la tierra. Con la ascensión la tierra ha subido al cielo. Construyamos la ciudad de los hombres en la tierra, para obtener la ciudad de Dios en el cielo. Ascenderemos al cielo si hacemos ascender en la vida de la tierra a quien es humillado y sin dignidad. Ver solamente la tierra es apagar el cielo que tenemos dentro, la sed de felicidad.
Hoy la lógica ofrecida de la tierra, es decir la lógica tierra-tierra, es dada por el dinero, el sexo y el éxito. Pero la felicidad no se consigue con esto. La lógica de la ascensión, es decir, la lógica de la tierra-cielo, es dada por otros tres elementos: santidad, serenidad y solidaridad.

T. Alégrate, Virgen Madre: Cristo ha resucitado. ¡Aleluya!

P. Roguemos. Jesús Resucitado, has ido a prepararnos un lugar. El lugar del hombre hijo es a la derecha de Dios padre y madre. El billete ya lo has comprado tú. Nosotros no debemos destruirlo. Haz que nuestros ojos estén fijos en la eterna gloria. Una parte de paraíso mejora verdaderamente todo. Mirando la Pascua totalmente nosotros nos comprometeremos a realizar en la tierra la Pascua para cada hombre y para todo el hombre. La Pascua de hoy que libra al ser humano, es la profecía feliz de las bienaventuranzas sin fin.

T. Amén.

Canto